El rotomoldeo o moldeo rotacional es una técnica de procesado de polímeros que sirve para la producción de piezas de plástico. Las piezas fabricadas a través de esta tecnología están representadas en una gran variedad de sectores, ya que ofrece múltiples posibilidades de diseño y personalización.

El uso de plásticos en el proceso del moldeo rotacional data de la década de los 50, aunque la primera experiencia de rotación sobre dos ejes combinada con calor la documentó el británico R. Peters para la creación de proyectiles de artillería metálicos, así como otros recipientes.

Diseño

El proceso de fabricación de piezas por rotomoldeo tiene su génesis en el departamento de ingeniería, que se encarga del diseño. En la actualidad, y gracias a la tecnología 3D, los diseños son extremadamente fieles a lo que será el producto final.

Una vez definido el diseño de la pieza, pasaremos al diseño y fabricación del molde. Este último podrá ser fabricado en acero o aluminio dependiendo de los requerimientos de la pieza.

Fabricación en 4 fases

 El proceso de rotomoldeo consta de cuatro fases:

1. Carga de material: Se abre el molde, se carga de material plástico (previamente medido con exactitud) en polvo y se cierra.
2. Calentamiento: El molde se introduce en el horno y comienza a girar alrededor de dos ejes ortogonales. El proceso de girar no parará hasta la fase de desmoldeo. Esto hace que el material plástico se adhiera a las paredes internas del molde, obteniendo una pieza hueca o semihueca.
3. Enfriamiento: Una vez terminada la fase de calentamiento, el molde pasa a la cámara de enfriamiento, donde se enfría con aire. Esta fase es la que hace que el plástico mantenga la forma deseada mientras se solidifica para permitir su desmoldeo.
4. Desmoldeo: El molde deja de girar y se procede a la apertura del molde. Se extrae la pieza moldeada y se inicia un nuevo ciclo.

Gran variedad de productos

A través del rotomoldeo se pueden fabricar una gran variedad de productos para diferentes sectores: contenedores, mobiliario urbano, carcasas, depósitos, automoción,  parques infantiles… Todos ellos resistentes, duraderos y con excelentes acabados estéticos.

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